PARTIDA

LLega, despacio, pero sin pausa.
Cargado, como si fuese a quedarse un mes.
Deshace la maleta.
Se hace un hueco, que llena de charlas noctámbulas, de cervezas australianas y humo de cigarrillo mal liado.
Como la nicotina, se vuelve cotidiano, como un habito, como un vicio.
Se deja torturar, paciente, somnoliente, interesado, oyente.
Me cuenta, le cuento, nos contamos, no dormimos.
Entre antros y después, risas fáciles y malas músicas.
Resaca con lengua seca, cuerpos cansados.
Entre años, la vida pasa, paradojas temporales londinenses y conversaciones becquerianas.
El Oyente y el hablador, el paciente y el doctor, Él y yo
Se esta yendo, se va, se ha ido... ya no está.

British kisses to you, El Oyente is living home, he is going back to an other home.